noviembre 11, 2009

Origami


Tomo una hoja,
hago un doblez, dos, seis,
al infinito...






Abismo


Dibujé en el muro una ventana interminable, un fractal.
Como en una múltiple puesta en abismo,
cada ventana de la ventana tiene ventanas
 que tienen ventanas que tienen ventanas...
El aire es espeso cuando entra,
se retroalimenta
y produce una gran corriente.
El invierno es duro.
Entra la luz, entra la luna,
entra el polvo, la desazón, el buen tiempo,
las bocinas mientamadres de la avenida.

 No quiero hablar de números.
Todo esto tiene que ver
con un gusto personal,
con una antigua vocación por los microcielos.